En la pared del polideportivo, que preside todo el patio de Primaria, este enorme mural celebra la diversidad y la riqueza del cole y además rinde homenaje a Miguel Delibes. Aparecen guiños escondidos a algunas de sus obras por todo el mural (Mi querida bicicleta, La hoja roja, La sombra del ciprés es alargada, La bruja Leopoldina, El príncipe destronado, etc.), que invitan a descubrir al autor de manera lúdica y cercana.
Por otra parte, las figuras reflejan las distintas edades y procedencias del alumnado, mostrando escenas cotidianas del colegio con una mirada colorida, fresca y luminosa. Es la imagen de una comunidad educativa viva, dinámica y en constante cambio. A través de gestos amables y miradas cómplices representamos valores esenciales como la amistad, la igualdad, la convivencia y el respeto. Entre juegos y actividades del día a día —deporte, arte, alimentación saludable o sostenibilidad— se cuelan pequeños animales que recuerdan la importancia de cuidar nuestro entorno.
La paleta de color, alegre y viva, está pensada para dar ritmo visual a este muro tan largo. Los fondos van cambiando, evitando la monotonía y haciendo que cada escena tenga su espacio propio, pero dentro de una armonía cromática que llena de energía el día a día del patio.