El cole parece nuevo gracias a sus murales en el comedor, la entrada y el patio exterior. Debido a las diferentes necesidades de cada espacio, hemos planteado cada mural de forma distinta. En la columna y escalera de entrada va un diseño vegetal y floral que invita a entrar y alegra la vista en un vestíbulo orientado al Norte y sombrío.
En el patio, un diseño alegre y colorido con cierta profundidad y no excesivamente infantil para gustar a todas las edades del centro (hasta 21 años).
Por último, en el comedor he desarrollado una escena con alimentos, paisaje y niños, aprovechando que se trata de una pared amplia, en buen estado y sin interrupciones (salvo el reloj que he integrado en el mural). Aquí he sustituido mi paleta de color habitual por otra en tonos mucho más suaves, conjuntados con la parte inferior de la pared en madera. Estos colores tostados, rosa palo, granate y azules claros dan un resultado amable y tranquilo que ayudan a mantener el silencio y la calma a la hora de comer.