Este cole lo tenía muy claro: ¡nada de figuras ni colores parchís! Y, ciertamente, el entorno arbolado y con todas las paredes de azulejo color pistacho pedía limitar la paleta de color y descartar ciertos tonos. Siguiendo con análogos a este verde y sus complementarios, pintamos un muro bajito del patio pequeño con un diseño sencillo de líneas verticales y oblicuas que no hace sombra a los peques que juegan y hacen deporte aquí, así ellos y ellas son los protagonistas absolutos del espacio.
El segundo mural, en las gradas del patio grande, es parte del proyecto Pacto de Estado contra la violencia de género. Intercala formas geométricas y valores, plasmando la igualdad y otros muchos que enseñan en el centro: diversidad, amor, respeto, empatía, paz, amor. Entre las palabras se forman y separan según recorremos el mural, los peques jugando, este solazo y todos los árboles y flores alrededor, el patio se ha convertido en un espacio vivo y dinámico