En esta intervención hemos querido reflejar la idea de que el futuro comienza aquí, utilizando la naturaleza como inspiración central. La puerta, rodeada de vegetación, abre paso a un gran claro de cielo que aporta una sensación de amplitud y apertura. Los dos pajaritos alzando el vuelo simbolizan esa proyección hacia el futuro, todo en un estilo esquemático y abstracto que es el contrapunto ql mural realista de la pared adyacente, ya pintado cuando llegamos.
La paleta de colores combina con este mural ya existente: rosas, violetas, y turquesas, con toques sutiles de blanco para añadir luminosidad y pequeños detalles en amarillo que transmiten vida y alegría. Este equilibrio cromático permite que ambos estilos, el realista y el abstracto, se integren perfectamente en el conjunto, creando una fachada coherente y visualmente atractiva.
El diseño de la puerta es intencionadamente sencillo para adaptarse al soporte estriado, evitando la saturación de detalles. Sin embargo, en las superficies más lisas, las flores y plantas cobran protagonismo, enriqueciendo el espacio con su colorido sin perder la armonía con el entorno natural.